Los cinco ejercicios que hacen retroceder el reloj de tu vida.
Practica estos cinco ejercicios de los monjes de Tíbet y descubre el secreto de la eterna juventud.
Si no has escuchado sobre este entrenamiento maravilloso de los monjes tibetanos te invito a conocer más sobre esta práctica antigua y ritual que te ayudará a mantenerte joven y saludable durante toda la vida. Esta rutina puede durar de 5 a 15 minutos diario e incluye solamente los cinco ejercicios sencillos que activan todos los músculos y articulaciones y aumentan tu nivel de energía y vitalidad.
Contenido:
¿Qué son los cinco ritos tibetanos?
Esta práctica viene de los monasterios de Tíbet donde los monjes desarrollaron un entrenamiento para cada día para mantenerse en buen estado físico, mental y espiritual.
Los ejercicios inventados son tan maravillosos que además de mantener tu cuerpo en buen estado físico equilibran relaciones entre cuerpo, mente y emociones.
Esta rutina también es conocida como cinco ritos tibetanos o cinco perlas tibetanas o El ojo del renacimiento.
Los cinco ejercicios se llaman ritos por qué también es una práctica espiritual y no simplemente un entrenamiento.
¿Cuáles son los beneficios de esta práctica?
Los ritos tibetanos:
Retroceden el reloj de tu vida.
Activan el flujo de energía en el cuerpo.
Rejuvenecen el cuerpo, los tejidos y las células.
Mejoran la salud tanto física, como emocional y mental.
Hacen nuestro cuerpo flexible y móvil.
Normalizan el peso corporal.
Mejoran estado de ánimo.
Aumentan el metabolismo y la circulación sanguínea.
Mejoran la respiración natural y fisiológica.
Aumentan la capacidad pulmonar.
Mejoran rendimiento de cualquier otro entrenamiento físico.
Además necesitarás solamente entre 5 y 15 minutos diario para practicar la rutina completa.
¿Ya te animaste a practicarla?
A continuación te explico la técnica de cada ejercicio a detalle.
Aprende la técnica de los cinco ritos tibetanos.
♦ Primer rito (ejercicio) - primera acción ritual. Giros alrededor de tu propio eje.
Significado: este ejercicio estimula el flujo de energía vital en todo el cuerpo.
Ejecución:
Posición inicial: Ponte de pie, estira los brazos horizontalmente a la altura de los hombros hacia los lados, con las palmas hacia abajo. Comienza a girar en sentido horario alrededor de tu propio eje, de izquierda a la derecha. Cuenta las vueltas.
Intenta utilizar un mínimo de espacio para el ejercicio, de este modo sea más efectivo.
Mantén la columna alargada. Relájate pero no te encorves. Realiza este ejercicio hasta que te sientas mareado. Para la mayoría de las personas al iniciar es suficiente dar solo unas cinco o siete vueltas.
Después de completar la primera acción ritual, respira profundamente por la nariz para superar los mareos.
Para detener los mareos después de terminar los giros, fija tus ojos en algún punto. Puedes por ejemplo extender tus brazos frente a ti y fijar la mirada en tus manos. Concentra tu atención en las sensaciones de tu cuerpo.
Precaución
La primera acción ritual puede causar mareos, náuseas, pérdida del equilibrio. Por lo tanto, si estás haciendo este ejercicio por primera vez, intenta girar lentamente con mucho cuidado. No exageres. Intenta nunca cruzar la línea más allá de la cual un ligero mareo se vuelve muy notable y se acompaña de episodios débiles de náuseas, ya que la práctica de acciones rituales posteriores en este caso puede causar vómitos. Mientras realizas tu práctica día a día descubrirás que puedes girar cada vez más, sin que se produzca un mareo notable. El máximo de las vueltas son 21.
♦ Segundo rito (ejercicio) — segunda acción ritual.
Ejecución:
Acuéstate de espalda y estira los brazos a lo largo del cuerpo. Coloca las palmas de tus manos al piso y presiónalas firmemente. Respira profundamente por la nariz. Usando solo los músculos del cuello, levanta la cabeza del piso y presiona la barbilla contra el pecho. Levanta las piernas completamente extendidas desarrollando la fuerza en los cuadriceps y sin doblar las rodillas. Tus piernas deberían estar en la posición vertical y tu pelvis permanece al piso. Exhala por la nariz y baja lenta y simultáneamente la cabeza y las piernas al suelo. Descansa unos instantes y repita el ejercicio. Máximo de repeticiones: 21 veces.
Este ejercicio tiene su efecto fisiológico en los riñones, la glándula tiroides y el tracto digestivo. También tiene efecto positivo para mejorar las articulaciones, para disminuir dolor de espalda y para relajar los músculos del cuello y hombros.
Precaución:
En este ejercicio, la coordinación de los movimientos con la respiración tiene gran importancia. Es necesario exhalar liberando completamente los pulmones de aire. Al elevar la cabeza y las piernas, debes inhalar suavemente, pero muy profundo para llenar tu pecho con el aire. Cuando bajas las piernas y la cabeza exhala completamente. Cuanto más profunda es la respiración, mayor es la efectividad de la práctica. Mantén tus ojos cerrados durante la práctica para concentrarte más en la respiración y las sensaciones del cuerpo. Trata de mantener las piernas completamente extendidas, si es difícil al inicio, haga el ejercicio con las piernas ligeramente dobladas, con la práctica podrás estriarlas por completo.
♦ Tercer rito (ejercicio) — tercera acción ritual.
Ejecución:
Para cambiar la posición inicial del segundo a tercer ejercicio cruza las piernas y con la espalda redonda levántate lentamente para sentar al piso. Después con la fuerza de los glúteos levántate y colócate sobre las rodillas. Las rodillas deben estar en la distancia del ancho de tu pelvis. Espalda derecha, coloca tus manos sobre la parte posterior de tus muslos justo debajo de las nalgas. Los dedos de los pies deben estar en flex para que sus almohadillas toquen el piso. Con las palmas alrededor de la parte posterior de los muslos, los pulgares deben mirar hacia adelante. Mantén la cabeza y el cuello relajados. Inhala profundamente con la nariz y baja lentamente la cabeza hacia adelante para presionar la barbilla contra el pecho y exhala. Ahora inhala otra vez y inclina la cabeza hacia atrás, arquea tu columna vertebral apoyando con las manos sobre las caderas. Las palmas se deslizan hacia arriba. Exhala y regresa a la posición anterior. El número máximo de repeticiones es 21.
Este ejercicio requiere una coordinación estricta de los movimientos con el ritmo de la respiración. Al principio, se debe hacer una exhalación profunda y completa. Al inclinarse hacia atrás, debes inhalar y al volver a la posición inicial exhalar. Concentra tu atención en la respiración y en las sensaciones de tu cuerpo, los ojos puedes mantener cerrados. El tercer ejercicio mejora significativamente el efecto curativo del segundo. Y es especialmente útil para la menstruación irregular, artritis, congestión en los senos, dolores de espalda y cuello.
Precaución.
Realizar este ejercicios requiere una respiración profunda y completa y es de gran importancia porque ayuda a coordinar los movimientos del ejercicio y de esa manera lograr los impactos positivos de la gimnasia.
Para evitar molestias en las rodillas, dobla tu mas (tapete) tantas veces como sea necesario.
♦ Cuarto rito (ejercicio) — cuarta acción ritual.
Ejecución:
Siéntate en el piso, estira las piernas hacia el frente colocando los pies a lo ancho de los hombros. Alarga la espalda y el cuello verticalmente y coloca las palmas de tus manos cerca de la cadera con los dedos dirigidos hacia las piernas. Siente la extensión en la espalda y brazos. Baja la cabeza hacia el frente para presionar la barbilla al pecho y exhala. Inhalando presiona al piso los pies y las manos y empieza a levantar el torso paralelo al piso y al mismo tiempo estira la cabeza hacia atrás. Exhalando regresa a la posición inicial. Luego repítalo todo de nuevo. El número máximo de repeticiones es 21 veces.
IMPORTANTE: Este ejercicio mejora la actividad de los genitales, el corazón, los órganos del tracto gastrointestinal, la glándula tiroides. Fortalece la cavidad abdominal, brazos, hombros y músculos abdominales, mejora la circulación sanguínea, la respiración y el flujo linfático.
El nivel de vitalidad aumenta y el sistema inmunitario se fortalece.
Precaución
Y aquí, el aspecto clave es la respiración. Cuando te levantas asegúrate que sus pies y manos siguen presionando hacia el piso con fuerza. La cabeza debe mantenerse en una sola línea con la columna vertebral. Si tienes úlceras, presión arterial alta, dolor de espalda, cuello, hombros, piernas, esclerosis extensa, enfermedad de Parkinson, realice este ejercicio con mucha precaución, a un ritmo lento, aumentando gradualmente el número de repeticiones, no más de dos por semana.
♦ Quinto rito (ejercicio) — quinta acción ritual.
Ejecución:
Acuéstate boca abajo y coloca las manos cerca de los hombros. Levanta tu curso estirando los brazos, mantén tu abdomen firme, piernas extendidas y alarga la columna y cuello. Apoya con los dedos de los pies sobre el piso generando una extensión completa en el cuerpo. Las rodillas y la pelvis no tocan el piso. La cabeza se inclina hacia atrás. Inhala y apoyando sobre los pies levanta la cadera. Las piernas permaneces extendidas. Abdomen firme y fuerte, presiona las manos hacia el piso generando la fuerza en los hombros, brazos y espalda. Exhala y regresa a la posición inicial. El máximo de repeticiones para este ejercicio es también de 21 veces.
IMPORTANTE: La quinta acción ritual es especialmente útil para mujeres con síntomas menopáusicos, menstruación irregular y lenta, y enfermedades de los órganos genitales. Limpia bien las vías respiratorias, ayuda con enfermedades del sistema digestivo, alivia la artritis en la espalda, caderas, manos, pies. Mejora la circulación sanguínea y linfática, que tiene un efecto beneficioso sobre el sistema inmune, aumenta la energía y vitalidad.
A continuación mira este video donde te explico a detalle la técnica de los cinco ejercicios:
Cómo organizar tu práctica
Es recomendable practicar los ejercicios en la mañana inmediatamente después de levantarse.
Abre la ventana si practicas ejercicios en casa, si lo haces afuera mejor (preferiblemente practica la rutina descalzo para estar en contacto con la energía de la tierra). Si no puedes practicar la rutina en la mañana procura realizarla con el estomago vacío (mínimo 2-3 horas después de comer).
Comienza con tan solo tres repeticiones de cada ejercicio durante una semana y agrega gradualmente cada semana 2 repeticiones más hasta los 21 repeticiones de cada ejercicio.
Cronograma del entrenamiento:
1ra semana: 3 repeticiones de cada ejercicio
2da semana: 5 repeticiones de cada ejercicios
3ra semana: 7 repeticiones de cada ejercicios
….
10 semana: 21 repetición de cada ejercicios.
La respiración debería ser completa (comenzado por diafragma, después pectoral y clavicular). Cuando inhalas imagina que te llenas de energía y seguridad en si mismo, cuando exhalas - exhala todos los sentimientos, pensamientos y emociones que te fatigan, como ira, irritación, etc.
Antes de comenzar tu rutina diaria es importante verbalizar una intención que beneficiará a tu cuerpo.
Di a ti mismo en voz alta por qué y para qué realizas la práctica. Por ejemplo:
“Dedico esta rutina a… “
“Tengo intención de encontrar… /recibir…”
Después visualiza tu intención. Inhala profundo y comienza tu rutina diaria.
Al terminar los ejercicios es recomendable acostarse para meditar unos minutos pensando en tu día, tus planes y objetivos, concentrándote y preparándote para tus tareas.
Después de tu rutina de ejercicios es muy recomendable tomar un vaso de agua tibia para hidratarte y mejorar el efecto de gimnasia.
Para completar tu práctica toma una ducha ligeramente frio y tibia al final. Siguiendo todos los pasos recomendados te sentirás mucho más sano y lleno de energía y salud.
Puedes practicar esta rutina conmigo. Haz clic a continuación para ver y practicar la rutina completa.
Si tienes dudas sobre estas prácticas, algunas preguntas y necesitas recibir mi consulta vía web puedes agendar una sesión gratuita:
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