El Cascanueces es uno de los ballets más famosos en todos los tiempos.
La música de este ballet, compuesta por el genio P. I. Tchaikovsky, es una de las partituras más populares de la música clásica. Algunos de los temas musicales como el Vals de las flores, la danza del Hada de azúcar o la marcha del primer acto son las obras más reconocidas y más significativas de todo el mundo y, sobre todo, las que se reproducen con mayor frecuencia en el cine y la televisión durante la época navideña.
En este blog te contaré sobre la historia de la creación de esta obra musical.
El Cascanueces: la historia y la música.
La música para El Cascanueces fue encargada a Tchaikovsky por la Dirección de los Teatros Imperiales a principios de 1891. El compositor recibió de Petipa un plan detallado de El Cascanueces para crear las piezas musicales de la obra. Existe un documento escrito por Petipa a Tchaikovsky donde el coreógrafo le da al compositor instrucciones muy detalladas para la composición de cada danza y menciona el carácter, tempo, ritmo e, incluso, la cantidad de compases para cada número. El 25 de febrero Tchaikovsky mencionó en una de sus cartas que estaba trabajando en la composición del ballet "con todas sus fuerzas". Un año después, en enero-febrero de 1892, el ballet ya estaba listo y completamente instrumentado.
La música de El Cascanueces se interpretó por primera vez el 19 de marzo de 1892 en un concierto sinfónico en San Petersburgo. Esta obra es conocida como “Suite El Cascanueces op. 71a.” e incluye ocho números del ballet original: Obertura miniatura, seis danzas (la marcha, danza del Hada de azúcar, danza rusa, árabe, china y danza de los mirlitones) y el Vals de las flores. Según el hermano del compositor la presentación fue grandiosamente exitosa. De los seis números de la suite, cinco se repitieron a petición unánime del público.
El estreno teatral del ballet, que tuvo lugar el 18 de diciembre de 1892 junto con la nueva ópera de Tchaikovsky en San Petersburgo en el Teatro Mariinsky, también fue bien aceptado por el público. Al día siguiente del estreno, el compositor le escribió a su hermano: “Ayer la ópera y el ballet fueron un gran éxito. Especialmente a todos les gustó mucho la ópera... La producción de ambas es magnífica, y en el ballet es incluso demasiado impresionante: los ojos se cansan de este lujo". Pero las reseñas de la prensa distaron mucho de ser unánimes. Entre las criticas sobre la música opinaban que “El Cascanueces era algo aburrido” y “su música estaba lejos de lo que se requiere para el ballet”.
El libreto de El Cascanueces fue creado por M. Petipa y se divide en dos partes que son independientes, diferentes en estilo y mérito artístico. El primer acto, con sus escenas infantiles, está lleno de originalidad y sutil teatralidad. Al contrario, el segundo acto, “el reino de los dulces”, lleva una marcada influencia del espectáculo obsesivamente “lujoso” de los viejos ballets. Sólo la genialidad musical y el profundo contenido de Tchaikovsky permiten olvidarse de este lujo tan convencional del segundo acto.
En sentido general, El Cascanueces de Tchaikovsky tiene mucho en común con sus otros ballets: se puede escuchar el mismo tema de superación del "hechizo del mal" por el poder victorioso del amor y la humanidad. El mundo hostil de los adultos se expresa en las imágenes del misterioso mago Drosselmeyer, la lechuza del reloj y el reino del ratón; y se opone al mundo del alma de un niño, todavía tímido y temeroso, pero precisamente por eso es especialmente conmovedor, por su cordialidad y su instintivo esfuerzo por el bien. La afectuosa devoción de Clara derrota la brujería de Drosselmeyer, libera al hermoso joven Cascanueces del cautiverio y afirma la luz y la alegría.
El segundo acto del ballet es el divertimento que representa un festivo final que alcanza las dimensiones majestuosas. Su parte principal es una secuencia de danzas de carácter, donde se manifiesta la inagotable imaginación y brillante habilidad de Tchaikovsky, como compositor de ballet. Cada una de las danzas de esta suite es un hallazgo nuevo y original en el campo de la instrumentación. El sonido sensual y lánguido de las cuerdas en la danza oriental, la melodía penetrante y silbante de la flauta en la danza china, los acordes de cristal de celesta fundidos en la variación del Hada de azúcar, todo esto constituye la originalidad única y el encanto especial de la partitura de El Cascanueces.
El compositor se preocupó por agregar efectos especiales del timbre que pudieran transmitir toda la fabulosa escena del segundo acto del ballet. En este sentido, aparentemente, llamó mucha la atención la elección de celesta, un nuevo instrumento musical recién inventado. Tchaikovsky fue uno de los primeros en introducir en una orquesta sinfónica el sonido transparente, derretido y verdaderamente mágico de celesta. En El Cascanueces, junto con la celesta, también juegan un papel importante otros timbres y sus combinaciones (en particular, el coro de voces infantiles en vals de los copos de nieve), que dan la impresión de una actuación fabulosa y encantadora. Los instrumentos musicales utilizados por Tchaikovsky en escenas del primer acto de El Cascanueces enfermo (canción de cuna del n.° 5) y la batalla de ratones con soldaditos de plomo (n.° 7) añaden una característica especialmente infantil.
Entre las espectaculares danzas de divertimento del segundo acto destacan por su monumentalidad el Vals de las flores y Pas de deux. Ambos se encuentran entre los ejemplos destacados de la gran danza sinfónica de Tchaikovsky. Se puede escuchar que en estas piezas hay un desarrollo dramático y muy emocionante, sobre todo en Pas de deux.
El 13 de noviembre de 1940 se estrenó la película de Disney Fantasía, donde la música de El Cascanueces evoca las cuatro estaciones. Gracias a esta película la música se volvió más popular y reconocida en el mundo occidental. Posteriormente los temas musicales de El Cascanueces se han utilizado en muchas películas.
La música de El Cascanueces tiene un lugar importante en la cultura musical mundial como una de las más preciosas del legado de Tchaikovsky. Las mejores características de su talento de drama musical y su desarrollo sinfónico se combinan con claridad e integridad clásica.
A continuación te invito a escuchar las interpretaciones de algunas piezas del ballet para las clases de ballet clásico:
Comments