Siglo XVIII. Pre-romanticismo. Antecesores y primeros pasos sobre la punta de los dedos.
Antes de que Maria Taglioni subió a las puntas bailando en Sílfide muchas bailarinas ya experimentaron hacer los primeros pasos sobre la puntillas de los dedos. Esta etapa en la historia de las zapatillas de punta de ballet se llama pre-romanticismo.
Las mujeres comenzaron a bailar ballet en 1681, veinte años después de que el rey Luis XIV de Francia ordenara la fundación de la Académie Royale de Danse. En ese momento, el zapato de ballet clásico para mujer tenía tacones. Fue alrededor de la mitad del siglo XVIII cuando Maria Camargo, bailarina de Académie Royale de Musique (actualmente Ópera de París), modificó el vestuario con faldas más cortas y ligeras. Por primera vez bailó en zapatos sin tacones, más ligeros y cómodos, lo que le permitió realizar saltos que habrían sido difíciles, casi imposibles, con los zapatos convencionales de la época. A partir de ese momento empezaron grandes cambios en el desarrollo de la técnica de la danza clásica, así como en la coreografía, escenografía, vestuarios y, por supuesto, en los calzados de los bailarines, apareciendo las zapatillas suaves y ligeras que eran imprescindibles para este tipo de danza.
A finales del siglo XVIII, durante la Revolución Francesa, hubo cambios en el estilo de vida, así como en la manera de vestirse. Se sustituyeron los tacones por zapatos bajos y esto influyó también en el ámbito de la danza, donde los tacones fueron completamente eliminados de las zapatillas. Los predecesores de suela plana de la zapatilla de punta moderna aseguraban los pies con cintas y pliegues incorporados debajo de los dedos para poder saltar, ejecutar giros y extender completamente los pies.
Los primeros bailarines que se pusieron de puntillas lo hicieron con la ayuda de un invento de Charles Didelot en 1795. Su "máquina voladora" elevó a los bailarines hacia arriba, lo que les permitió pararse de puntillas. Esta ligereza fue bien recibida por el público y, como resultado, los coreógrafos comenzaron a buscar formas de incorporar más trabajo de punta en sus piezas.
Según los historiadores de ballet, las primeras bailarinas que presentaron varios movimientos sobre la punta de los dedos fueron Fortunata Angiolini y Fanny Bias. En esa época las bailarinas empezaron a desarrollar la técnica de puntas. A ellas se les atribuye la invención y la práctica de los primeros pasos de danza sobre los dedos.
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